En Gran Bretaña el Romanticismo se introdujo a través de temas como ser el retrato y el paisaje, al momento de que se acompañó de una revolución filosófica y literaria con figuras como la de Kant8 y Marx9, o por el movimiento neo-medievalista literario, abanderado por el poeta Wordsworth10, conformándolos como pilares culturales de la expresión artística.
En todos ellos, el valor del individuo es el que prima. Esto conduce indirectamente a revalorizar todo el arte de los estilos anteriores, puesto que ya no se depende de las normas establecidas para el período vigente sino que lo importante es el efecto que una obra de arte ejerce sobre la sensibilidad del sujeto, que varía de uno a otro.
El valor del pensamiento subjetivista responde también a la crisis de valores religiosos (cristianismo) y racional (Ilustración); ahora el individuo busca los valores en su propio interior. En el arte, el peso de esta visión es acentuado, puesto que cualquier objeto o tema es digno de reflexión artística, siempre que el sujeto o el pintor sientan aludida su sensibilidad.
El mejor ejemplo está en los primeros cuadros románticos, realizados a finales del siglo XVIII, frente al paisaje de corriente cientificista que pretende documentar la naturaleza a manera de catálogo, el nuevo paisaje trasluce los sentimientos del espectador o de su autor.
“ Cristo en el lago de Genezaret” Delacroix Eugene
El paisaje puede ser dramático, sereno, noble o sublime. Los elementos que protagonizan el paisaje ya no son mitologías, narraciones bíblicas o gestas heroicas, sino el propio paisaje: la luz y el color conforman la atmósfera, cuya presencia inunda los lienzos. La vaporosidad y la libertad de ejecución se ve reforzada gracias a la técnica de la acuarela, como fue el caso de Turner11.
El tratamiento del paisaje es muy literario y sometido a la visión personal, por lo que es frecuente que un autor realice series del mismo paraje visto desde diversos enfoques. Esto es conseguido con maestría Constable12, predominando en sus obras la naturaleza.
En Alemania tras la decadencia imperial el estudio de la historia nacional busca sus raíces en Roma, constituyendo a la historia y al arte un factor prioritario. Koch13 fue un pintor que aplicó rigurosamente sus teorías e hizo del paisaje un ejemplo moral para el hombre, con puntos de vista heroicos, con temas reducidos en su presencia pero edificantes.
El pintor romántico alemán más conocido es sin duda Caspar David Friedrich14. Es el suyo un Romanticismo literario, ligado a los escritos de Goethe15 como el de Carus16, otro paisajista importante. Friedrich subjetivó al máximo la experiencia del hombre frente a la naturaleza, a través de la trascendencia religiosa, en sus paisajes generalmente una figura de espaldas al espectador sirve para introducirle en la grandiosidad de un paisaje más allá de lo real.
La utilización reiterada de ciertos elementos han llevado a estereotipar una serie de situaciones y elementos, olvidándose con frecuencia que "lo romántico" trataba de arrancar al hombre de la realidad tras el fin de un sistema de vida, el Antiguo Régimen, para introducirlo a la época de la industrialización y el progreso liberal.
La Edad Contemporánea se anunciaba para la burguesía que adoptaba el Romanticismo, como una época insegura y alienante, que hacía desear con nostalgia la reintegración en la naturaleza y la experiencia espiritual.
En Francia el arte pasó del Neoclásico hacia el Romanticismo el cual se sintió a partir de 1830 con el estreno la obra "Hernani", de Víctor Hugo. En este momento se desarrolló una Escuela de paisaje en el cual destacaron Chassériau17 y Meissonier18 que sientan las bases para el paisajismo de la Escuela de Barbizon y de Corot19, precedentes inmediatos del Impresionismo.
Destacamos además que representantes como Corot, Seurat20 y Renoir21 logran cierto equilibrio al mezclar desnudos y arboledas, solo Cézanne22 logra la construcción de un universo inagotable en sus obras similar a miniaturas góticas.
Más adelante coloristas como Matisse23, Rouault24, Picasso25 y Braque26 dedicarán algunas de sus obras a la temática paisajista, destacándose solo Dufý27 por su maestría en la ejecución de sus creaciones cuyo protagonistas son los bellos parques, las apacibles llanuras o el mar.
Entre los cubistas se destacan Delaunaý28, Leger29 y otros como Metzingèr30, Gleizès31 y Dillón, cuyos logros son enriquecidos por los surrealistas como Dalí, Ives Tanguy32 y Max Ernst33.
En este caso, si quisiéramos marcar una evolución en la representación paisajística, podríamos decir que si bien las técnicas para representarlo varían al igual que las pinceladas y la concepción, este evolucionó desde una mera enumeración de los objetos, de disposición estática, como en “Las Chalanas” de
Renoir, hasta llegar a formar un verdadero espectáculo de formas vivientes, en manos de los impresionistas para luego ser fragmentadas por los cubistas reduciéndolas a simples figuras geométricas.
Pero, por sobre, todo el paisaje como motivo tuvo que superar la fase de representación ilustrativa para dar la mejor representación de los fenómenos exteriores.
Tomando estas dos visiones por separado se puede apreciar toda la riqueza que ambas le otorgan al paisaje y toda la evolución histórica, si se lo quisiera denominar de una forma, destacando que si bien el oriente lo tomó como género en un primer momento lo llevó a su cúspide en poco tiempo y luego los artistas tomarían esta visión ancestral para las siguientes representaciones; En occidente la evolución fue más lenta marcando todas las etapas hasta llegar a lo que apreciamos hoy como genero tan bien logrado por muchos artistas modernos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario